¿Quitar o no quitar la válvula EGR del carro?

La válvula EGR (Recirculación de Gases de Escape) es un componente clave en los motores diésel modernos, diseñado para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), un contaminante preocupante en los vehículos diésel. Sin embargo, debido a las averías frecuentes relacionadas con la EGR y otros sistemas anticontaminación, se ha debatido ampliamente sobre la posibilidad de anularla del carro.

Por ello, en este artículo, analizaremos cómo funciona la válvula EGR, los motivos para justificar su anulación y por qué no es una decisión recomendable. También destacaremos la importancia ética de mantener sistemas anticontaminación en un momento en que la contaminación atmosférica es una preocupación global.

¿Cómo funciona la EGR de un motor diésel?

Antes de profundizar, es importante entender cómo funciona la válvula EGR en un carro diésel. La EGR, cuyas siglas significan «Exhaust Gas Recirculation» o recirculación de gases de escape, es una válvula que permite redirigir una porción de los gases de escape nuevamente hacia la admisión del motor.

Este proceso eleva la temperatura de la combustión y ayuda a evitar la generación excesiva de óxidos de nitrógeno (NOx) en situaciones de baja temperatura de combustión. La EGR es un complemento a otros dispositivos anticontaminación, como las trampas de NOx y el AdBlue.

¿Por qué se habla de eliminar la válvula EGR del carro?

Si bien la válvula EGR es efectiva en la reducción de emisiones de NOx, su funcionamiento puede verse afectado por averías, especialmente obstrucciones por hollín y residuos de la combustión. Estas averías pueden desencadenar problemas en otros componentes, como el filtro de partículas, lo que lleva a que algunos justifiquen su anulación para evitar posibles fallas, y en especial por la inversión monetaria que deben realizar con frecuencia por las razones anteriormente mencionadas.

Razones por las que no deberías quitar la EGR

Anular la válvula EGR puede tener consecuencias negativas en el rendimiento y el consumo de combustible del motor diésel. Aunque la EGR no está activa constantemente, su eliminación puede alterar el funcionamiento del motor y provocar resultados contrarios a los esperados, como un mayor consumo de combustible o una mejora mínima.

Además, eliminar la EGR puede ser considerado una modificación ilegal desde el punto de vista técnico, y la práctica puede no estar éticamente justificada debido a los perjuicios que genera la contaminación atmosférica. En un momento en que las ciudades luchan contra altos niveles de contaminación y superan los umbrales seguros de NOx establecidos por organizaciones como la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea, mantener sistemas anticontaminación se convierte en una responsabilidad ética.

La válvula EGR es un componente valioso para reducir las emisiones de NOx en los motores diésel. Aunque sufre averías y es tentador anularla para evitar problemas, la eliminación de la EGR puede tener efectos negativos en el rendimiento del motor y su consumo de combustible.

Además, anular sistemas anticontaminación no es una práctica ética, especialmente en un contexto donde la contaminación atmosférica es una preocupación ambiental y de salud pública. Es importante considerar el impacto ambiental de nuestras acciones y tomar decisiones responsables para contribuir a la mejora de la calidad del aire en nuestras ciudades y el medio ambiente en general.