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5 octubre, 2023 - Lectura 3 minutos.
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Autolab / Básicos
Cuando levantas el capó de tu automóvil, te encuentras con una intrincada red de componentes que trabajan juntos para mantener el motor en funcionamiento. Entre estos componentes, las fajas auxiliares, también conocidas como fajas serpentina o correas auxiliares, juegan un papel fundamental.
Las fajas auxiliares son cinturones de caucho o goma reforzada que se encuentran en el compartimento del motor y tienen un rol crucial en la operación de varios componentes del vehículo.
A diferencia de las fajas de distribución, que se encargan de la sincronización de las válvulas y los pistones del motor, las fajas auxiliares se dedican a transmitir energía desde el cigüeñal del motor hacia varios componentes adicionales, como el alternador, la bomba de agua, el compresor del aire acondicionado, la bomba de dirección asistida y más.
La operación de las fajas auxiliares es aparentemente simple pero esencial. Estas correas se envuelven alrededor de poleas y roldanas en el compartimento del motor, conectadas al cigüeñal del motor.
A medida que el motor gira, las fajas auxiliares transmiten el movimiento giratorio a estas poleas, que a su vez ponen en marcha los sistemas y componentes mencionados anteriormente. Por ejemplo, la faja auxiliar permite que el alternador genere electricidad para cargar la batería y alimentar el sistema eléctrico del automóvil.
A pesar de su aparente simplicidad, las fajas auxiliares desempeñan un papel vital en el funcionamiento de tu vehículo. Aquí te presentamos algunas razones por las que estas piezas son esenciales:
Es esencial comprender que las fajas auxiliares y las fajas de distribución son componentes completamente diferentes en el motor de tu vehículo:
A diferencia de las fajas de distribución, las fajas auxiliares no representan un peligro inmediato para el motor si se rompen. Sin embargo, es fundamental mantenerlas en buen estado por varias razones:
El mantenimiento de las fajas auxiliares es relativamente sencillo en comparación con las fajas de distribución. Generalmente, se recomienda cambiar las fajas auxiliares cada 50,000 a 100,000 kilómetros, siempre y cuando sean fajas de calidad, ya sean originales o genéricas de buena reputación. Estas fajas suelen ubicarse en el exterior del motor, lo que facilita su inspección visual.
Es crucial realizar inspecciones visuales periódicas para detectar señales de desgaste, como grietas o deterioro. Cuando se observan signos de deterioro, es el momento adecuado para programar su reemplazo. Si tu vehículo tiene múltiples fajas auxiliares, se recomienda cambiar todas al mismo tiempo para evitar problemas futuros.
Cómo verás, las fajas auxiliares del motor son componentes esenciales para el funcionamiento adecuado de varios sistemas en tu vehículo. Aunque su fallo no representa un riesgo inmediato para el motor, mantenerlas en buen estado es fundamental para garantizar un funcionamiento seguro y eficiente de tu vehículo. Realiza inspecciones regulares y sigue el intervalo de cambio recomendado para evitar sorpresas desagradables en la carretera y prolongar la vida útil de tu automóvil.
Nuestra propuesta de valor es ayudarle a nuestros clientes a gestionar eficientemente el mantenimiento de sus vehículos.
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