Estos son los carros más icónicos de Colombia

Al hablar de carros icónicos en Colombia, es probable que a todos les venga a la mente el Renault 4. Un vehículo que acompañó a muchos compatriotas gracias a su resistencia y a su precio. Pero no es el único que podemos considerar dentro de esta categoría.

Un poco de historia

El 19 de octubre de 1899 fue la primera vez que un carro circuló por las calles colombianas. Ocurrió en Medellín y se trataba de un vehículo francés que llegó al país con chofer incluido. Un Dion Boutton con capacidad para tres personas, inicio de manivela y una velocidad máxima de 25 Km/h.

Poco a poco fueron llegando a Bogotá, a Boyacá, o Neiva, causando conmoción entre los pobladores, que incluso los consideraban como demonios. Poco a poco se fueron popularizando y llegando a mayor cantidad de público. Hasta tal punto que se restringió la entrada de vehículos importados.

Carros icónicos colombianos

No es fácil escoger entre tantos modelos esos carros que se convirtieron en icónicos en nuestro país. Así que la lista es subjetiva, probablemente se nos queden por fuera algunos, pero sin duda nuestra selección le traerá muchos recuerdos.

El Topolino

Hablando de carros icónicos, como no recordar este Fiat 750Z, apodado como Topolino, que en italiano significa ratoncito. Nació en 1955 como solución a una posguerra en la que comprar vehículos costosos no era una prioridad.

Está basado en el mítico Fiat 600 D, aunque en realidad lo producía el fabricante yugoslavo Zastava, bajo licencia de Fiat. Por eso se ensambló en Colombia con el emblema del fabricante italiano atrás y el del yugoslavo adelante.

Los primeros modelos del Topolino llegaron como vehículos importados, pero gracias a la acogida que tenía, en 1977 comenzó a ensamblarse en el país por la Compañía Colombiana Automotriz, con partes traídas de Yugoslavia.

los icónicos topolinos se caracterizaban por su diminuto tamaño, sus modernos colores y también por sus problemas de recalentamiento. Aun así, era un carro apreciado, que llegó a convertirse en premio mayor en algunos programas de televisión y en el Reinado Nacional de Belleza de Cartagena.

Volkswagen Escarabajo

Este modelo alemán es uno de los carros más icónicos, no solo de Colombia sino del mundo entero. Se comenzó a fabricar en 1938 y durante sus 81 años de historia fue uno de los vehículos más vendidos y el que más tiempo se mantuvo en producción.

A su nacimiento no le falta controversia, pues surgió por iniciativa de Adolf Hitler, que pidió a Ferdinand Porsche el diseño de un automóvil económico y práctico. Su nombre Volkswagen, se traduce como vehículo para el pueblo. 

Los consumidores lo apodaron como escarabajo, por su gran parecido con estos insectos. A Colombia llegó en 1952 a través de la Caribbean Motor Holding Company Ltda. de Bogotá.

Una de las características de los icónicos escarabajos es su motor atrás y su baúl adelante. Además de un muy buen desempeño, incluso en subidas.

En Colombia también fue popular en las primeras carreras del automovilismo nacional, corriendo en pruebas como el Circuito Central, la Doble a Sogamoso, el Rally La Lechuza y San Diego.

Chevrolet Chevette

EL Chevette entra en la lista de los más icónicos, entre otras razones porque fue elegido como el «Carro del Siglo» por los lectores de la revista Motor, superando a modelos que se daban como ganadores, como los populares Renault 4 y 12.

A finales de los setenta se comenzó a ver el Chevette por las calles de las ciudades fronterizas colombianas, se ensamblaban en Brasil y venían de Ecuador y Venezuela. Pero en 1981, Colmotores se hizo cargo de su producción para el mercado nacional. Durante los dos primeros años solamente se fabricaron los de 3 puertas, y a partir de 1983 comenzaron con el sedán de 4 puertas.

Este vehículo se destacaba por su robustez mecánica, su estabilidad en la marcha, la velocidad que alcanzaba y su mantenimiento fácil. La versión particular se fabricó hasta 1992, pero fue el modelo taxi el que lo encumbró al éxito y fue líder del segmento hasta 1996.

Jeep Willys

El Willis es uno de los carros icónicos que más queremos los colombianos, su presencia en el eje cafetero es un símbolo de la pujanza de los campesinos de nuestro país. Durante 74 años han estado abriendo caminos y transportando café, plátanos y pasajeros.

Se le conoce como el Yipao, y es parte del paisaje y del folclore del eje cafetero. Cada año se celebra en Armenia el Festival del Yipao, y es tan relevante, que se ha presentado un proyecto para declarar al Willys como Patrimonio Cultural Material de la Nación.

El Willys era un vehículo de uso militar que se originó en la Segunda Guerra Mundial. Las primeras unidades llegaron a Colombia en 1946 y fueron adquiridos por pudientes agricultores de la zona cafetera. Entre 1961 y 1976 se ensambló en la planta de Leónidas Lara e Hijos, luego convertida en la Compañía Colombiana Automotriz.

Su trascendencia es tan importante en Colombia, que en 2006 se batió el Récord Guinness con la “Caravana más larga de automóviles de una misma marca”. Eran 370 unidades del Willys.

También formaron parte de la inauguración del Túnel de la Línea. Fueron unos de los primeros vehículos en transitar por esta infraestructura, ataviados con los distintos productos de la zona, en un desfile cultural que les rindió un homenaje.

Renault 4

El amigo fiel, protagonista indiscutible de los carros icónicos colombianos. En 2020 cumplió 50 años de historia en nuestro país. Un vehículo que nos ha acompañado, que ha sido protagonista de nuestras calles y que hemos tuneado de todas las formas posibles.

El Renault 4 se ensamblaba en nuestro país, llegó pensado para resistir el uso y el estilo propio que nos identifica. Por eso se presentó como «El carro colombiano». Una frase publicitaria que terminó siendo verdadera.

Este pequeño carro nació en Francia hace 60 años, y la marca tiene preparadas diferentes celebraciones durante todo el 2021 para conmemorarlo. En Colombia se comercializó durante 22 años, fue el primer vehículo en alcanzar un gran éxito comercial.

El que haya tenido uno, sabrá que es un carro resistente, un verdadero todoterreno al que sus propietarios recuerdan con cariño. Una muestra es que en sus primeros años participó y se destacó en competencias como el «Rally Colombia», que atravesaba todo el país por sus caminos más difíciles.