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9 enero, 2021 - Lectura 3 minutos.
9 enero, 2021 - Lectura 3 minutos.
Autolab / Consejos
Los riesgos de sufrir un accidentes de tránsito se multiplican a velocidades inadecuadas, ansias por llegar a nuestro destino, los nervios por el tráfico, el cansancio y la fatiga.
Dadas estás condiciones y otros factores más circunstanciales, cómo puede ser algún peatón que se atraviese o un hueco sorpresa en la vía. Hay que siempre estar alerta a cualquier peligro.
La mayoría de los accidentes de tránsito son producto de un error humano, así que no está demás tomar ciertas precauciones que pueden riesgos de nuestra vida, la de los pasajeros y la de los ocupantes de otros vehículos.
Antes de salir es imprescindible revisar el estado de los neumáticos y verificar que los frenos funcionen bien.
También revisar los niveles de líquidos incluyendo el de los limpiaparabrisas y asegurarse de que esté alineado y balanceado.
Otra cosa es mirar que la llanta de repuesto está en condiciones de utilizarse y que llevamos el kit básico de herramientas y de primeros auxilios.
Pegarnos al carro que va delante de nosotros es correr riesgos innecesarios, especialmente para evitar los controles.
Si por algún motivo frena inesperadamente, lo más seguro es que ocasionemos un accidente porque no tenemos tiempo ni espacio para reaccionar.
La distancia debe ser mínimo de unos 8 metros y aún mayor si está lloviendo o la vía es en bajada.
Si nos quedamos mirando la parte trasera del carro de adelante, perdemos la noción de todo lo demás que pasa a nuestro alrededor.
Hay que mirar los espejos laterales y el retrovisor, así como el lugar que estamos a punto de atravesar para poder identificar las situaciones de peligro y tener tiempo de reaccionar.
En lo posible tenemos que evitar cualquier cosa que nos distraiga en la conducción.
La música, hablar por celular, el aire acondicionado, los gritos o risas fuertes de las personas que van en el carrro, pueden causar que el conductor se distraiga y cometer algún error, mientras conduce.
Un solo segundo de distracción puede ocasionar accidentes.
Cuando estamos cansados nuestra capacidad y velocidad de reacción disminuyen.
Podemos sufrir un microsueño y perder el control del carro.
Además si estamos tomando algún tipo de medicamento, debemos asegurarnos de que no cause somnolencia.
Finalmente, bajo ninguna circunstancia podemos manejar bajo los efectos del alcohol.
Por: Adriana Gutiérrez
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