5 habilidades mentales que tienen los mejores conductores

Las habilidades para conducir no se aprenden en los cursos para sacar el pase, pero con mucha práctica se pueden desarrollar. Así al ponerse al volante podrá garantizar su seguridad, la de sus pasajeros y los demás usuarios de la vía.

Es probable que todos conozcan a alguna persona con la que prefieren no subirse al carro. Es esa que conduce de forma errática, o va demasiado rápido, o tal vez vaya mirando siempre para otro lado. En resumen, esa con la que el copiloto siempre va «frenando».

Entre las habilidades que tienen los mejores conductores están el conocimiento de la normativa de tránsito, mantener el vehículo en buenas condiciones y poner en funcionamiento muchas capacidades físico-motoras, cognitivas y emocionales.

La confianza

Los expertos aseguran que la confianza es una de las habilidades más importantes para conducir. Según un informe reciente realizado por la Universidad de California (UCLA), confiar en uno mismo es la base para para lograr ser el mejor al volante.

Eso sí, que la confianza no sea tan desmedida como para creerse invencible e inmune a los accidentes. Un poco de temor a la carretera evita realizar acciones temerarias y estar más atento a las situaciones adversas.

Como las habilidades se pueden desarrollar, hay técnicas cognitivas para desarrollar la confianza al volante. Por ejemplo, regular los pensamientos anticipatorios y negativos, así como identificar las conductas psicológicas contraproducentes.

Procesamiento de la información

Otra de las habilidades de un excelente conductor es la agilidad en la velocidad de procesamiento de la información. Esto es el tiempo que le lleva a una persona captar y reaccionar a estímulos visuales (como las señales), auditivos (los pitazos) o del movimiento (de peatones o de otros vehículos).

La velocidad de procesamiento de la información permite reconocer ciertos patrones y tomar decisiones rápidamente según esos estímulos recibidos. Cuando se está al volante, esta habilidad es importante para evitar accidentes.

Para mejorar la velocidad de procesamiento de la información, se puede recurrir a diferentes ejercicios interactivos, como los juegos mentales que se pueden encontrar online. Practicarlos durante quince minutos un par de veces a la semana ayudará a estimular las capacidades y procesos cognitivos.

Habilidades de atención

Una de las habilidades más importantes para conducir es precisamente la capacidad de atención, Es la que permite mantenerse alerta, especialmente en trayectos largos y aburridos, La atención puede ser selectiva, que permite atender a la información relevante mientras se maneja. También puede ser dividida, que hace posible controlar al mismo tiempo la carretera, las señales, los espejos, los cambios, la velocidad y al mismo tiempo hablar con el copiloto.

Para entrenar la atención también se puede recurrir a juegos mentales, en este caso los crucigramas, los laberintos o incluso las cartas pueden ayudar.

Habilidades de percepción

Estas son las habilidades que permiten interpretar los estímulos del entorno. Es la percepción la que se encarga de identificar y dar sentido a la información que se recibe a través de los sentidos (la vista, el oído, el tacto).

La percepción espacial permite comprender la disposición del entorno y la relación del conductor con él, de manera que sea capaz de medir el espacio entre vehículos o la distancia hasta el semáforo en verde.

El escaneo visual es la parte de la percepción que permitirá al conductor separa la información relevante en el entorno, como los peatones o las motos que transitan por la vía o las señales de tráfico.

La estimación también es parte de la percepción, y permite predecir o generar una respuesta como la de estimar la velocidad y la distancia entre vehículos para saber si es necesario frenar o acelerar.

Flexibilidad mental

La flexibilidad mental le permite al conductor adaptar su conducta y pensamiento a situaciones novedosas, cambiantes o inesperadas. En palabras sencillas, permite darse cuenta de que lo que está haciendo no funciona o dejó de funcionar, por ejemplo cuando se encuentra con una vía cerrada por obras o con un accidente en la vía.

Ante esta situación inesperada, la flexibilidad mental le permite al conductor seleccionar la estrategia para solucionar el problema, aunque los planes trazados o la rutina cambien inesperadamente. Por ejemplo hacer un mapa mental que lo lleve a su destino cogiendo un atajo, o incluso si es necesario descartar el trayecto y dejarlo para otro día.

Evaluación y entrenamiento de habilidades

El cerebro consume el 20% de la energía total del cuerpo, para ahorrar energía, si detecta que no está usando una de estas habilidades, recorta los recursos a las conexiones cerebrales implicadas a esta capacidad.

Por eso es importante hacer autoevaluaciones de estas habilidades y desarrollarlas para llegar a ser un conductor eficiente y seguro. Online se pueden encontrar diferentes test y programas para medir y reforzar estas facultades.