Comprar llantas es otro de esos temas sobre los automóviles que nos puede llenar de confusión cuando llega el temido momento de cambiarlas, porque es cuando empezamos a pensar cuáles son las que nos convienen y a oír todo tipo de opiniones al respecto.

Aunque no parezca, si compramos unas llantas que no son adecuadas para nuestro carro, vamos a tener un consumo de combustible más elevado y el confort será mucho menor.

No es una decisión que debamos tomar a la ligera, no podemos simplemente pensar en convertir nuestro vehículo en un deportivo o en un todoterreno con un cambio de ruedas sin conocer las consecuencias.

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Muchas veces en lo primero que pensamos es en cuál marca es mejor o cuáles son las que nos van a costar menos, pero en realidad nos estamos haciendo las preguntas equivocadas.

Para poder elegir un buen neumático, hay unas cuantas cosas básicas que debemos tener en cuenta antes de pasar por caja.

– Cuántas necesito. La primera pregunta que debemos hacernos es si necesitamos cambiarlas todas, teniendo en cuenta que las cuatro deben ser lo más parecidas posible para evitar problemas de maniobrabilidad y control del carro.

Si tenemos que comprar un solo neumático por culpa de un accidente o cualquier daño, no hay opción, tiene que ser de la misma marca, línea y tamaño que los demás.

Si vemos que solamente dos de las llantas están desgastadas por falta de rotación, alineación o presión de aire mientras que las otras dos conservan una buena profundidad de la huella, es suficiente con que sean del mismo tamaño y tipo y se deben instalar en las ruedas traseras.

Cuando ya es necesario cambiarlos todos, debemos tener otras consideraciones.

– Dimensiones del neumático. En la ficha técnica de nuestro carro tenemos una serie de códigos con las recomendaciones del fabricante, ese código también lo podemos encontrar en las llantas y viene de la siguiente forma: 195/65 16 91V.

Las primeras tres cifras son el ancho del neumático inflado, las dos siguientes indican la relación de aspecto entre la altura y anchura del neumático, las otras dos muestran el diámetro, las dos últimas equivalen al peso máximo que puede aguantar y la letra final es el código de la velocidad máxima que puede soportar y va asociado a una tabla de equivalencias.

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Cuando estamos satisfechos con el rendimiento de nuestras llantas, simplemente elegimos el mismo código de la marca que preferimos.

Pero si queremos cambiarlo es cuándo debemos tener en cuenta estas medidas, siempre fijándonos en que el índice de carga y la velocidad nunca pueden ser inferiores a las de la ficha técnica, pero pueden ser superiores.

Cuando aumentamos el ancho del neumático también ampliamos la superficie de contacto con la vía y el comportamiento de nuestro carro en seco va a mejorar, pero disminuirá la seguridad sobre superficies mojadas.

Cuando lo que queremos cambiar es la altura, debemos tener en cuenta que sí la disminuimos vamos a tener menor confort mientras estemos circulando, porque notaremos más las imperfecciones de la carretera.

– Superficie de conducción. El tipo de vías que vamos a usar con mayor frecuencia también es un aspecto a tener en cuenta a la hora de seleccionar ruedas.

Al manejar principalmente por la ciudad seguramente tendremos frenazos más frecuentes, por lo que sería importante elegir unas que garanticen distancias de frenado cortas y una vida útil más prolongada o podemos buscar unas con baja resistencia a la rodadura que ayudan a ahorran carburante.

Si usamos nuestro carro para ir frecuentemente por carreteras montañosas y con múltiples curvas, debemos elegir unos neumáticos que proporcionen mayor maniobrabilidad o unos que ofrezcan una máxima adherencia y estabilidad.

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– Clima predominante. También es otro punto a tener en cuenta, porque si vivimos en sitios donde el agua y los charcos son predominantes, podemos elegir diferentes tipos de anchuras, compuestos y diseño de la banda para que se adapten mejor a la climatología y nos proporcionen mayor seguridad y mejor rendimiento.

– Tipo de conducción. La manera como manejamos también debe influir en la selección de nuestras llantas, porque si les exigimos demasiado y nos gusta la velocidad, debemos pensar en unas que nos proporcionen mayor agarre y estabilidad.

Por: Adriana Gutiérrez

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