¿Qué pasa si no cambias el aceite?

¿Qué pasa si te demoras mucho en cambiar el aceite de tu carro? ¿Será tan grave? Todos nos hemos visto en esta situación. La vida se nos viene encima. Nos vemos agobiados por el trabajo, las responsabilidades familiares y un sinfín de diligencias. Un día, mientras estás en medio del trancón, te das cuenta de esa pegatina de recordatorio en la esquina del parabrisas.

Llevas retrasado en el cambio de aceite.

Es otra tarea más en tu interminable lista de pendientes. Te convences de apretar el acelerador. Espera hasta la próxima semana, tal vez el próximo mes, cuando las cosas estén más calmadas. Además, ¿es necesario cambiar el aceite cada 5000 kilómetros? Posponerlo no debería causar tanto daño. ¿Cierto?

Pues, no.

El aceite es el corazón de tu carro. Lubrica y cuida todas esas piezas móviles que están tan bien diseñadas en el motor de tu vehículo. Cambiarlo regularmente es una de las formas más económicas de asegurarte que tu carro, en el que tanto confías para moverte, funcione a la perfección.

Si no cambias el aceite, pueden pasar cosas malas. Aquí te dejo algunas de las formas en que posponer o saltarte los cambios de aceite podrían costarte tiempo y plata.

Una garantía de vehículo anulada

Una de las principales ventajas que se obtienen al adquirir un carro nuevo es la seguridad y confianza que te otorga la garantía. Sin embargo, es importante tener en cuenta que si no se realiza un mantenimiento adecuado al vehículo, siguiendo las especificaciones que la fábrica establece, esta garantía podría perderse.

En Autolab, contamos con técnicos especializados en el cuidado y mantenimiento de tu carro, quienes se encargan de asegurarse que el aceite que se utilice en tu vehículo esté aprobado por el fabricante. Esto es esencial ya que, de esta manera, se garantiza que tu carro funcione de manera óptima y, además, que la garantía se mantenga vigente.

Además, algo importante que hacemos en Autolab es mantener registros detallados del historial de mantenimiento de tu vehículo. Esto puede ser muy útil en caso de que, en algún momento, necesites presentar documentación en la concesionaria. Por ejemplo, si tu carro presenta un fallo y necesitas hacer válida la garantía, estos registros podrían ser la prueba de que has seguido al pie de la letra las recomendaciones del fabricante en cuanto al mantenimiento.

Mal rendimiento del motor

El aceite no solo lubrica el motor de tu automóvil, sino que también juega un papel crucial en mantenerlo limpio. Los detergentes, dispersantes y otros aditivos presentes en el aceite trabajan para transportar la suciedad y los residuos hacia el filtro de combustible, el cual se sustituye durante el cambio de aceite. Cuando este filtro se obstruye, toda esa suciedad vuelve a circular por el motor, afectando su rendimiento y eficiencia.

Esta situación puede provocar problemas como pérdida de potencia, consumo elevado de combustible y un funcionamiento menos suave del motor. Es crucial realizar cambios de aceite periódicos según las especificaciones del fabricante para evitar la acumulación de suciedad y garantizar un rendimiento óptimo del motor a lo largo del tiempo.

A medida que el aceite suave y limpio se contamina gradualmente, se convierte en un lodo espeso que dificulta el funcionamiento adecuado de las piezas móviles del motor. Esto obliga al motor a trabajar más arduamente, resultando en una pérdida de potencia y torsión. Cuanto más esfuerzo tenga que realizar el motor, mayor será el consumo de gasolina. Esto significa que podría verse obligado a detenerse con más frecuencia en la gasolinera y gastar más dinero, lo cual es fruto de su arduo trabajo.

Falla completa del motor

Cuando dejamos pasar mucho tiempo sin cambiar el aceite del motor, estamos poniendo en riesgo nuestro vehículo de una manera considerable. El aceite tiene la función crucial de lubricar las partes móviles del motor, reduciendo la fricción y disipando el calor. Sin embargo, con el tiempo y el uso, el aceite se degrada y se convierte en una sustancia espesa y sucia, conocida como lodo.

Este lodo ya no puede cumplir su función principal de extraer calor del motor. Al no poder disipar el calor adecuadamente, el motor comienza a sobrecalentarse. Imagínate estar cocinando algo a fuego alto sin removerlo; eventualmente, se quemará. Algo similar sucede con el motor, el exceso de calor puede causar que partes internas se expandan más de lo debido, lo que podría llevar a la ruptura de una junta o a que las piezas móviles se atasquen.

Una señal clara de que una junta de culata está rota es el humo blanco y lechoso que sale del escape. Este humo se produce porque el refrigerante del motor se está filtrando y quemando en los cilindros. Cuando esto sucede, lo más probable es que tengas que detenerte de inmediato al costado de la carretera, ya que el motor no puede funcionar en esas condiciones.

Reparar una junta de culata rota no es un asunto menor; puede ser bastante costoso debido a la cantidad de trabajo y piezas necesarias. Dependiendo de la antigüedad y el valor de tu vehículo, es posible que esta reparación no sea económicamente viable. En ese caso, podrías verte obligado a considerar la compra de otro automóvil. Esto te llevaría a una concesionaria, donde tendrías que lidiar con las negociaciones y trámites de ventas y financiamiento, lo cual puede ser una experiencia bastante estresante.

Por eso es tan importante mantener un buen mantenimiento del vehículo, especialmente cambiando el aceite con regularidad. Esta simple tarea puede prevenir problemas mayores y más costosos en el futuro, asegurando que tu motor funcione de manera eficiente y duradera.

Todos estos problemas, como la anulación de garantías, el rendimiento deficiente, la menor economía de combustible y los motores atascados, pueden resultar mucho más complicados y costosos en términos de tiempo y dinero que simplemente programar un cambio de aceite en Autolab.