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3 julio, 2024 - Lectura 3 minutos.
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Autolab / Consultas
Cada vez que enciende su carro, todas las luces del tablero se encienden brevemente. Si ha visto una luz amarilla con un signo de exclamación dentro de una llanta (parece una herradura), eso es el TPMS, o Sistema de Monitoreo de Presión de Llantas. Desde 2007, todos los carros deben tener este sistema por ley, gracias a la Ley TREAD.
El TPMS es un sistema electrónico que vigila la presión del aire en los neumáticos y le avisa si algún neumático está significativamente bajo de aire. Pero, ¿cómo funcionan estos sistemas y cuáles son sus diferentes tipos? Siga leyendo para descubrir las respuestas a estas preguntas y más.
El TPMS es un sistema que le avisa cuando la presión de los neumáticos de su carro está baja o desinflada. Los neumáticos pueden perder presión debido a pinchazos, fugas o simplemente por la reducción natural de la presión con el tiempo y las variaciones de temperatura. Mantener la presión adecuada en los neumáticos es crucial para su seguridad en la carretera, ya que ayuda a preservar el manejo del vehículo, el desgaste de los neumáticos, la distancia de frenado y la eficiencia en el consumo de combustible.
Por ejemplo, si un neumático está desinflado, puede afectar negativamente la manera en que el carro responde al volante y puede aumentar la distancia necesaria para detenerse completamente. Además, neumáticos con baja presión también pueden tener un impacto negativo en la economía de combustible, ya que requieren más esfuerzo para rodar correctamente sobre la superficie de la carretera.
¡Sí! Aunque el TPMS puede alertarlo sobre problemas con la presión de los neumáticos, no es recomendable depender únicamente de este sistema. La luz del TPMS se enciende solo cuando la presión del aire cae aproximadamente un 25% por debajo de la especificación recomendada, lo cual representa una disminución significativa. Realizando controles mensuales de la presión de los neumáticos en casa, usted puede detectar problemas antes de que alcancen niveles críticos para activar el TPMS.
Por ejemplo, al realizar estas revisiones regulares, podría notar gradualmente una pérdida de presión en un neumático debido a una fuga lenta, permitiéndole tomar medidas preventivas antes de que la situación empeore y se convierta en un problema más grave en la carretera.
El funcionamiento de un TPMS puede variar según el tipo instalado en su carro. En general, existen dos tipos principales: directo e indirecto.
El TPMS directo utiliza sensores ubicados dentro de cada neumático para medir la presión del aire. Estos sensores envían información precisa sobre la presión de cada neumático directamente al sistema electrónico del carro. Si la presión cae por debajo de un umbral específico, el TPMS activa una alerta en el tablero del carro, generalmente indicada por una luz de advertencia. Esto permite al conductor estar al tanto de cualquier variación en la presión de los neumáticos de manera inmediata.
Por otro lado, el TPMS indirecto no utiliza sensores dentro de los neumáticos. En su lugar, se basa en los datos recopilados por otros sistemas del vehículo, como el sistema de frenos antibloqueo (ABS) o el sistema de control de tracción (TCS). A partir de la velocidad de rotación de cada neumático, el TPMS indirecto detecta variaciones en la presión de los neumáticos. Si detecta diferencias significativas entre las velocidades de rotación de los neumáticos, puede interpretar que un neumático está desinflado y activar la alerta correspondiente en el tablero.
Ambos tipos de TPMS tienen sus ventajas y consideraciones específicas, pero en conjunto, están diseñados para ayudar a los conductores a mantener una presión adecuada de los neumáticos y asegurar una conducción segura y eficiente.
¿Alguna vez se preguntó: «¿Qué son los sensores TPMS?» Son una parte esencial de los sistemas directos.
En los sistemas directos, los sensores de presión de neumáticos están ubicados en cada conjunto de ruedas y transmiten datos al sistema computarizado de tu vehículo. Estos sensores miden la presión del aire en los neumáticos y envían una señal al tablero cuando la presión baja demasiado, activando la luz TPMS. Dependiendo de tu vehículo, el TPMS incluso puede mostrar el PSI de cada neumático como un pictograma en el menú del tablero.
Dado que cada neumático tiene su propio sensor dedicado exclusivamente a monitorear la presión, los sistemas directos tienden a ser más precisos. Sin embargo, esta precisión conlleva costos adicionales.
Los neumáticos equipados con TPMS directo son un poco más costosos de mantener debido a que su cuidado adecuado requiere piezas adicionales y trabajo adicional. Por ejemplo, el kit de servicio de válvula, que incluye el núcleo de la válvula, la tapa, la tuerca y la junta tórica, debe reemplazarse cada vez que se desmonta un neumático para mantenimiento o reemplazo. Además, a menudo se requiere una herramienta especializada TPMS y tiempo adicional para verificar y restablecer el sistema de sensores.
Los fabricantes de vehículos desarrollaron sistemas indirectos de monitoreo de la presión de los neumáticos como una alternativa más económica para cumplir con la Ley TREAD. En lugar de implementar sensores nuevos, un sistema indirecto utiliza los sensores de velocidad de las ruedas ya existentes en el sistema de frenos antibloqueo (ABS).
La computadora del vehículo utiliza la velocidad de rotación de las ruedas para compararlas entre sí. Si una rueda comienza a girar más rápido que las otras, esto podría indicar que el neumático está desinflado y tiene un diámetro menor. El sistema ABS envía esta información a la computadora del vehículo, la cual activa la luz TPMS en el tablero para alertar al conductor sobre el problema.
¿Necesitas identificar qué tipo de sistema tiene tu vehículo o quieres obtener más información al respecto? Los técnicos expertos en tu Autolab local estarán encantados de responder todas tus preguntas.
Esto significa que uno o más de sus neumáticos están significativamente desinflados.
Esto significa que el neumático delantero derecho está muy desinflado. Con el TPMS, uno de estos símbolos se iluminará en el tablero cuando algún neumático esté desinflado un 25%.
Si la luz de advertencia del TPMS de su vehículo se enciende y permanece activa, indica un problema con la presión de los neumáticos. En primer lugar, revise la presión de aire de todos sus neumáticos y determine cuál está desinflado. Llene el neumático afectado hasta alcanzar el PSI recomendado.
La baja presión de los neumáticos puede ser señal de un problema mayor, como un pinchazo o una fuga. Le recomendamos visitar Autolab, donde nuestros técnicos experimentados podrán ayudarlo. Realizaremos una verificación completa de la presión de los neumáticos y, si es necesario, una prueba de los sistemas de los sensores para diagnosticar la causa del problema.
Una vez que nuestros técnicos hayan evaluado las necesidades de los neumáticos de su vehículo, le proporcionarán recomendaciones precisas sobre el mantenimiento o reparaciones necesarias para que pueda continuar su viaje con seguridad.
Los cambios bruscos de temperatura pueden causar fluctuaciones en la presión de los neumáticos. Una bajada en la temperatura ambiente puede activar el TPMS y encender la luz de advertencia. A medida que la temperatura del aire dentro de los neumáticos se calienta durante la conducción, la luz puede apagarse después de recorrer unos kilómetros. Es normal que la presión de los neumáticos fluctúe, pero si la luz de advertencia parpadea o permanece encendida constantemente, podría indicar problemas con los sensores.
En ese caso, te recomendamos que visites tu Autolab más cercano para recibir servicio especializado en TPMS. Nuestros técnicos te ayudarán a diagnosticar cualquier problema con los sensores y asegurarán que esta función de seguridad esencial esté funcionando correctamente nuevamente, para que puedas continuar tu viaje con tranquilidad.
¿Has descubierto que la presión de tus neumáticos está extremadamente baja durante una de tus revisiones mensuales, pero el TPMS nunca te alertó? Es probable que haya un problema con tu sistema. Una de las causas más comunes es una batería baja o agotada en el sensor TPMS.
Normalmente, las baterías de los sensores TPMS deberían durar entre 7 y 10 años, pero pueden agotarse antes debido a daños o corrosión. Lamentablemente, no se puede simplemente reemplazar la batería; se necesita un reemplazo completo del sensor. Además, una vez que una batería se agota, es probable que las demás también estén en riesgo, por lo que se recomienda reemplazar todos los sensores al mismo tiempo.
Si enfrentas este problema, te recomendamos visitar tu Autolab local. Nuestros técnicos expertos pueden diagnosticar y reemplazar los sensores TPMS necesarios para asegurar que tu sistema funcione correctamente y mantengas la seguridad en la carretera.
¡No ignores la luz de tu TPMS! Ya sea que la luz del TPMS se encienda y tenga un problema con la presión de los neumáticos o que su TPMS no funcione como debería, los profesionales de su Autolab local estarán encantados de ayudarle. Llegaremos a la raíz del problema y le sugeriremos el mejor plan de reparación para que su vehículo vuelva a estar en perfecto estado. Además, contamos con sensores TPMS de alta calidad para casi cualquier vehículo.
Nuestra propuesta de valor es ayudarle a nuestros clientes a gestionar eficientemente el mantenimiento de sus vehículos.
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