¿Por qué tiembla el volante de mi carro? causas y soluciones

El volante del carro es un componente fundamental que, junto con otros elementos, permite mantener el control y la dirección en la carretera. Por lo tanto, es crucial prestar atención a cualquier cambio o anomalía que pueda presentarse en este componente.

Una de las fallas más comunes que puede experimentar un volante es la vibración, la cual puede estar asociada a diversos problemas en el vehículo, como el desequilibrio de los neumáticos, el desgaste irregular de los mismos, problemas en la suspensión, la alineación incorrecta de las ruedas, fallos en el sistema de frenos, problemas en la dirección, rodamientos defectuosos, daños en las llantas, modificaciones en el equipo de frenado, o incluso problemas en la transmisión o la suspensión trasera, y es fundamental abordar estas causas para mantener la seguridad y el buen funcionamiento del vehículo.

Para entender y diagnosticar con precisión el problema, primero debes conocer a detalles las posibles causas, y de acuerdo al historial del propio vehículo empezar a comprobar o bien descartar situaciones.

Razones por las que tiembla el volante del carro

El temblor o vibración en el volante de tu carro puede ser causado por diversas razones. Sin embargo, aquí te presentamos las más comunes:

1. Desequilibrio y estado de los neumáticos

Una de las causas más frecuentes de vibración en el volante se relaciona con los neumáticos. Esta vibración puede ocurrir debido al desequilibrio de los mismos o al desgaste desigual.

Llantas desequilibradas: Cuando los llantas están desequilibradas, la vibración puede ser intermitente y solo presentarse en ciertas situaciones, generalmente a velocidades superiores a 100 km/h. Esto suele indicar que uno de los neumáticos ha perdido el plomo de equilibrado, una reparación sencilla que puede realizarse en un taller por un costo razonable.

Desgaste desigual de las llantas: El desgaste desigual de las ruedas puede ser causado por llantas defectuosas, falta de uso del vehículo durante un tiempo prolongado, peso excesivo en uno de los lados del vehículo o el envejecimiento natural de los neumáticos. En cualquiera de los casos, la solución implica reemplazar los neumáticos por unos nuevos, asegurándose de que estén en buenas condiciones y tengan un patrón de desgaste uniforme.

2. Problemas con la alineación de la dirección

El volante forma parte integral del sistema de dirección del carro. Si la dirección no está correctamente alineada, es probable que el volante presente vibraciones o movimientos inusuales. Esta desalineación puede estar relacionada con el desgaste desigual de los neumáticos, ya que una mala alineación puede ser una consecuencia de este problema. Si notas que tu carro tiene problemas de vibración en el volante, es aconsejable realizar una revisión que incluya tanto los neumáticos como la alineación de la dirección.

Detectar una mala alineación es relativamente sencillo: el vehículo puede desviarse ligeramente hacia un lado incluso cuando el volante está recto. Además, es posible que se escuchen ruidos inusuales. Afortunadamente, este problema es común y suele corregirse fácilmente.

3. Fallos mecánicos

Existen otras averías mecánicas que pueden causar vibración en el volante, como el deterioro de los discos de freno o la holgura en la cremallera de dirección.

Falla en los discos de freno: Si experimentas vibraciones en el volante al frenar, es probable que los discos de freno estén dañados. Estos discos suelen presentar deformaciones o irregularidades en su superficie, lo que provoca vibraciones tanto en el volante como en los pedales de freno. Esta situación disminuye la eficacia de los frenos y debe ser abordada de inmediato.

Holgura interna de la cremallera de dirección: La cremallera de dirección es un componente clave para el funcionamiento del volante y las ruedas. Si presenta holgura debido al desgaste, puede causar vibración en el volante. Esta holgura se nota cuando se puede girar el volante unos grados sin que las ruedas se muevan. Es importante abordar este problema para mantener la seguridad y la precisión en la dirección del vehículo.

4. Problemas en la suspensión:

Un sistema de suspensión desgastado o dañado puede causar vibraciones en el volante. Los componentes de la suspensión, como los amortiguadores, las bieletas y los silentblocks, pueden desgastarse con el tiempo y generar vibraciones.

Problemas en los silentblocks: Las vibraciones en el volante, especialmente a velocidades moderadas y altas, pueden deberse a fallos en las uniones de los componentes del tren delantero del vehículo. Estas uniones están compuestas por silentblocks, elementos que amortiguan vibraciones y permiten ciertos movimientos.

Cuando los silentblocks se deterioran, se generan holguras que provocan ruidos y temblores en el volante. Estas holguras pueden presentarse en los brazos de la suspensión, en los porta masas o en los brazos de dirección. Es importante abordar estas holguras de manera oportuna, ya que pueden afectar la vida útil de los neumáticos.

5. Falla en los rodamientos y cubos de rueda

Los rodamientos defectuosos o los cubos de rueda dañados pueden causar vibraciones en el volante, especialmente en ciertas condiciones de conducción. Estas vibraciones pueden ir acompañadas de un zumbido que varía en intensidad con la velocidad del vehículo. Para solucionar este problema, es necesario reemplazar los rodamientos o los cubos de rueda afectados.

6. Equipo de frenado inadecuado: Si has realizado modificaciones en el sistema de frenado de tu carro, como instalar frenos de alto rendimiento, esto puede afectar la dinámica de frenado y generar vibraciones en el volante.

7. Problemas en la transmisión o la suspensión trasera: Aunque menos comunes, problemas en la transmisión o en la suspensión trasera también pueden transmitir vibraciones al volante.

En conclusión, si observas cualquiera de estos síntomas es fundamental llevar tu vehículo a revisión y abordar cualquier problema de manera oportuna. La seguridad y el buen funcionamiento de tu carro dependen en gran medida de un volante en condiciones óptimas.

Si estás considerando el renting como opción para tu próximo vehículo, debes saber que esta modalidad incluye los gastos de mantenimiento, reparaciones y revisiones en la cuota mensual. Además, al optar por un carro de renting nuevo, reduces la probabilidad de enfrentar problemas asociados a vehículos de mayor antigüedad y kilometraje.