A diferencia de otros países, en Colombia estamos acostumbrados a manejar carros con caja de cambios mecánica y no automática. Quizás porque en cada festivo pensamos en ir a la finca y pasar unos días alejado de todo, sabiendo de antemano que el camino será retador y requerirá de habilidades de conducción o simplemente por dogma. 

Sea como sea, a veces no somos tan conscientes de las ventajas de una caja de cambios mecánica, como precisamente esta, tener mejor control sobre el vehículo a la hora de manejar.

La caja de cambios es una pieza primordial en el vehículo, pues acopla el sistema de transmisión con el motor por medio de unos engranajes.

Es por eso que desde que comenzamos a manejar, debemos formarnos buenos hábitos que nos permitan cuidarla y manipularla adecuadamente para evitar daños que pueden salirnos bastante caros más adelante.

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Y aunque este es el ideal, la realidad es que la mayoría ha adoptado hábitos  a la hora de conducir que pueden perjudicar seriamente la caja de cambios.

¿Qué pasa si meto mal los cambios?

La primera pregunta que de seguro debe surgirte es esta, y aunque seguramente ya has lidiado con que se te apague el carro, o te hayas asustado con el traqueteo de la caja de cambios al apresurarte a meter los ajustes de velocidad, el problema va más allá de esto. 

Meter mal los cambios de velocidades trae como consecuencia el mal funcionamiento del vehículo, que terminará en daños costosos y probablemente accidentes en la vía, al no tener un pleno uso y control del carro.

¿Cómo se daña la caja de cambios de un carro?

Ya sea por pereza o simplemente porque desconocemos las repercusiones que pueden tener estos comportamientos al volante, hay que reemplazar viejos hábitos por unos nuevos, que sean más amigables con la caja de cambio. Claro, si quieres evitar una visita al taller. 

1.- Ejerciendo presión con la mano en la palanca 

Quizá te resulte cómodo ir manejando y tener una mano en el timón, mientras la otra permanece sobre la palanca de cambios, ya que resulta fácil hacer el cambio sin tener que estar variando nuestra posición.

Bueno, con este comportamiento estamos ejerciendo una presión innecesaria sobre los mecanismos internos de la caja, acelerando su desgaste y provocando problemas en los rodamientos.

Y aunque el daño ocasionado no sea visible a corto plazo, a la larga podrás notar como empieza a vibrar el carro, haciendo que el engranaje sea impreciso hasta el punto que los cambios de velocidades no entren correctamente o se salgan de su posición.

2.- Pisando mal el clutch

A veces, al meter el cambio se puede oír un fuerte traqueteo. Esto se debe a que se pisa mal el embrague, de manera que el engranaje no se realiza de manera adecuada.

Incluso si ese ruido no llega a ser fuerte, es importante pisar el clutch hasta el final, así estaremos protegiendo los elementos de la caja.

3.- Olvidando el lubricante

Hay que estar atentos a los niveles de aceite de la transmisión, para que los engranajes permanezcan refrigerados y protegidos. El lubricante ayuda a realizar los cambios sin esfuerzo, además evita el calentamiento y la fricción de las partes móviles.

4.- Dejando el cambio con el carro parado

Al dejar alguna marcha puesta, lo que hacemos es desgastar el mecanismo, así que lo mejor es dejarlo en neutro. Además no tiene sentido, si lo que pretendes es ahorrarte algo de tiempo para luego perjudicar tu economía.

5.- Usando el clutch a medias al salir de una cuesta

Muchos conductores cuando van a arrancar en una pendiente, van metiendo el embrague a medida que van acelerando, una maniobra que se llama “punto de fricción”.

Pues resulta que al hacerlo, las piezas sufren mayor rozamiento y por lo tanto un mayor desgaste al aumentar el calor y dañar los componentes.

Lo mejor para salir de una cuesta, es cambiar rápidamente entre el pedal del freno y el del acelerador, o ayudarnos con el freno de mano, pero evitemos la maniobra del clutch.